miércoles, 24 de febrero de 2016

NIETZSCHE, EL CRESPUSCULO DE LOS IDOLOS 2


Continuando con la serie sobre "El crespúsculo de los ídolos", en este post hablaré de los capítulos 1 y 2.

La primera parte, o el primer capítulo del crepúsculo de los ídolos se titula “sentencias y flechas”. Un nombre bastante provocador para iniciar un libro en verdad provocador.

Se trata de una lista de aforismos. A lo largo de ellos Nietzsche se despacha con una píldora superconcentrada de filosofía en contra o a favor según fuera el caso. Los temas entre otros son:

  • Psicología
  • Dios
  • El conocimiento
  • La Moral
  • Filosofía, por medio de metáforas
  • La Mujer
  • La Voluntad
  • Rusia, en contra del espíritu comunista que allí empezaba a nacer.
  • Alemania.

Resalta en particular el Aforismo 8: “de la escuela de la vida. Lo que no me mata, me hace más fuerte”, que es una frase bastante conocida hoy en día.

Junto a él también el Aforismo 33: “que poco se necesita para ser feliz, el sonido de una gaita – sin música la vida sería un error. El alemán se imagina a Dios mismo cantando canciones.” El cuál ha sido mutilado en la actualidad y únicamente se escucha “sin música la vida sería un error”.

Además, el Aforismo 39. Posiblemente se compara con Diógenes de Sinope. Recordemos que Diógenes andaba con una linterna con la que él decía iluminaba el camino en busca de hombres de verdad.

Sócrates es un icono de la filosofía en occidente, enaltecido por las facultades de filosofía, es el blanco indicado para iniciar esta empresa de destruir los ídolos. No resulta sorprendente que el segundo capítulo se llame “el problema de Sócrates”. Acá Nietzsche regresa al escenario griego en el que en su juventud se sintió tan a gusto y donde logró el reconocimiento de la comunidad académica.

Al igual que en el origen de la tragedia, gracias a su tremenda forma de escribir, el escenario griego parece se siente como una representación teatral de una obra que es el reflejo del mundo contemporáneo para Nietzsche y para quien presencia la puesta en escena, acaso nosotros cien años después.

El principal problema de Sócrates es su mera existencia y todo lo que ella representa. Sócrates representa la enfermedad moral de la decadencia, de la negación de la vida y de todos los instintos que le son propios, y en contraposición aparece la afirmación de la racionalidad exacerbada, al extremo de la pedantería.

En efecto Sócrates es un pedante. Y la mayor virtud de su pedantería es vendría siendo la mayéutica, que después su estudiante Platón convertirá en dialéctica, frente a la que Nietzsche se despacha revelando su verdadero talante.

La Mayéutica consiste en interrogar al interlocutor, en ir manipulando sus respuestas según Sócrates para ayudarle a la persona a encontrar el conocimiento, pero según la ironía socrática para hacerlo ver en ridículo. ¿Qué podríamos decir entonces de la dialéctica?

Nietzsche no tiene que acudir a la participación de Sócrates en el gobierno de los 30 tiranos como causa de su pena de muerte. En realidad él se había convertido en un cáncer para el mundo griego y la única manera de curarlo era extirpándolo, pero ya era demasiado tarde, había hecho metástasis y se había reproducido por doquier, así que su condena fue de mártir piadoso aunque él mismo aceptara que “vivir es estar un poco enfermo”.

viernes, 19 de febrero de 2016

PARMENIDES, EPISTEMOLOGIA Vs DOXA




El reto más duro en esta lectura del Poema Ontológico de Parménides ha resultado ser el fragmento 8.
En el post anterior le di una revisada general, sin embargo, al llegar al final de fragmento y del post, me di cuenta que sería bueno dedicarle un poco más de espacio a la posible disparidad que existe desde el punto de vista de Parménides entre el nous y el logos.
No es que Parménides niegue o esté en contra del logos, lo que sucede es similar con lo del nous, él tiene su propia idea de éste concepto y lo acoge para que funcione dentro de su sistema a la vez que crítica la manera como lo conciben otros filósofos.
Empecemos por el principio. De acuerdo con el libro Conceptos fundamentales de la filosofía de Editorial Alianza, logos es:
Termino griego que designa tanto “palabra” como “principio racional” y que procede del verbo que significa “decir”
La cuestión en el fragmento 8 del Poema Ontológico radica en que para Parménides es fundamental que sea necesario pensar y decir que el ser es, llegando al extremo en que no se pueda decir algo del no ser, pues al no existir no se le puede nisiquiera nombrar, tal como lo menciona en donde dice:

Pero ya está decidido, como es necesidad, que una de las vías es impensable, sin nombre (porque no es verdadero camino), en cambio, la otra es y es genuina.
Hasta este punto no habría mayor cosa que agregar, sin embargo, desde la concepción de nous de Parménides, las palabras (el logos) tienen un problema, que es una equivocación en la que caen los demás filósofos de su tiempo, cuando crítica que al terminar el logos confiable es donde los demás perecen:

Acordaron dar forma a dos formas, para ambas una sola no es necesario, en lo que errados están.
Esta sentencia puede ser una referencia a la escuela de Mileto, de la que ya he hablado anteriormente y los postulados de las cosas primeras y segundas, o puede serlo también hacía aquellos que argumentan la contracción de la physis como causa de las cosas.
Lo que ocurre es que en el sistema de Parménides el nous es estricto, es independiente de la condición del hombre, mientras que el logos en términos generales es en el hombre, por lo que está sometido a las contingencias de la condición humana, de ahí el por qué el logos se puede convertir en opinión, o en palabras más técnicas: “en doxa”.

Parménides amarra el nous al ser, como se explica en el diccionario de filosofía Ferrater Mora:

En cuanto a la unidad mencionada del ser con el pensar, se demuestra señalando que ningún NO SER puede ser pensado, todo pensamiento de una entidad es a la vez pensamiento del ser de esa unidad


Pero el camino que recorre Parménides es un camino diferente, pues los demás filósofos llevaron en su mayoría un proceso que va desde el alejarse de la explicación mítica al despertar del ejercicio filosófico enmarcado por el reconocimiento de la physis y en consecuencia la llegada al logos; pero Parménides se aleja del mito y se va directamente al Ser, Parménides no llega al logos.

En el sistema de Parménides el ser y el logos están amarrados al ser. Y su teoría se sustenta por lo que el Alemán Gottfried Leibniz llamará después “razón suficiente”.
Los demás filósofos siguieron el otro camino y al desembocar este en el logos, sus sistemas filosóficos están llenos de cosmología, y en ellos el logos es como lo explica el diccionario de filosofía de N. Abbagnano:


La razón en cuanto sustancia o causa del mundo.

Lo que en contexto sería: “Las palabras son las cosas”. Y ésta es la crítica que hace Parménides y que señala como el final del fiable logos.

Todo esto significa, que en el Poema Ontológico podemos ver no solo la postura ontológica (esto es, en palabras técnicas: el estudio de lo que es, en cuanto es) sino que podemos intuir su sistema filosófico, pues vemos también los tres principios de la lógica clásica: de identidad, el ser es; de no contradicción, el ser es y no puede no ser; y de tercer excluído; y además aparece también lo que podría ser su postura epistemológica (esto es, en palabras técnicas: el estudio del conocimiento) que vendría siendo lo expuesto en el post de hoy.
 
A pesar de haber llegado al final de este post, siento que el tema aún puede dar más de sí por lo que me gustaría que dejaran sus comentarios.
¡SAPERE AUDE!

lunes, 15 de febrero de 2016

DIOGENES DE SINOPE, ANECDOTAS DEL CINISMO 6

Hace tiempo que no hablaba de Diogenes en el blog. La verdad estás anecdotas me parece que las historias de éste filósofo son muy bonitas y que el mensaje que llevan es una voz que hace falta en la sociedad en qué vivimos.

En esta ocasión Diogenes viene haciendo una serie de reproches a la forma de actuar de muchos ciudadanos de Atenas, pero el transfondo es una crítica a la forma de ser de las personas en aquel tiempo.

Específicamente dice:
" Admirábase de los gramáticos, que "escudriñan los trabajos de Ulises pero ignoran los propios". También de los músicos, que, "acordándo las cuerdas de su lira, tienen desacordes las costumbres del ánimo" De los matemáticos, porque, "mirando al Sol y la Luna, no ven las cosas que tienen a los pies" De los oradores "porque procuran decir lo justo, mas no procuran hacerlo" De los avaros "porque vituperan de palabra el dinero, pero lo aman sobre manera".

Para estos días diría:
"De los servidores públicos, que son su trabajo sirven a los intereses privados", "De los noticieros, que no parecen periodisticos sino agencias publicitarias".

Los ánimo a que dejen sus comentarios, ¿qué otra cosa podría decir Diogenes para nuestros días?

¡SAPERE AUDE!


martes, 9 de febrero de 2016

POEMA ONTOLOGICO 6








Continuando con la serie “el poema ontológico” empezamos el octavo fragmento.

Este fragmento es bastante largo, son seiscientas doce palabras en total y sobre ellas los estudiosos en sus análisis afirman que en la mitad de este fragmento Parménides pasa de hablar del camino de la verdad para empezar a explicar el camino de la apariencia.

También reaparece en el escenario la Diosa Dike de quien ya hablamos en el primer post de esta serie, además Parménides ahora menciona a Ananké quien es otra Diosa del Panteón Griego, su origen tiene dos versiones, una de ellas dice que es hija de Océano y Tetis, ambos son Titanes de naturaleza marina; otra versión dice que ella surgió de la nada y se convirtió en un ser sin cuerpo unida permanente a su esposo Cronos (el tiempo) y juntos formaron el mundo; como sea en ambas versiones la Diosa se relaciona a lo que es necesario.

Esta idea de “necesario” que existe en la idiosincrasia griega de la antigüedad se trasplantará a la filosofía y las bases del pensamiento de occidente. Existe un afán en ellos de ver el cosmos como algo ordenado, y para lograrlo hay cosas cuya explicación depende únicamente de este concepto: “necesidad” porque de otra manera los sistemas no serían funcionales, es decir, “así debe ser”.

Ya entrado en materia, al iniciar el fragmento Parménides formula los principios del ser que son: eterno, único y no cambia.

Seguidamente Parménides da sus explicaciones acerca de estas características que le atribuye al Ser. Iniciando con la explicación de la eternidad, el ser no pudo tener un inicio porque eso implicaría la existencia de algo anterior, y no tendrá un final por la misma razón, y se adelanta a la idea de que antes del ser no existía nada afirmando:

“…  No te dejo "de lo no ente" decir ni inteligir, pues ni decible ni inteligible es que no es.”


Y sigue la metáfora de la Diosa, argumentando que es la justicia quien obliga a que el ser sea, desde siempre y hasta siempre; sé es ó no se es, pero la Diosa no permite que las dos cosas coexistan.

Parménides continua la línea de argumentación afirmando que la característica de eternidad le implica al ser único, porque si fuera múltiple entonces sería muchas cosas al mismo tiempo y no tendría caso que así fuera. Finalmente, esto nos lleva a concluir que el ser no cambia, y lo dice afirmando lo siguiente:

“…Pero inmóvil en los límites de ingentes vínculos es, sin principio, sin cesación, pues génesis y ruina muy lejos fueron apartados; expulsólos la firmeza verdadera.”

A todo esto Parménides le añade el papel de la Diosa Ananke de quien hablaba incialmente. Todo esto es así, porque es necesario que así sea, no hay otra forma de que las cosas estén organizadas en el cosmos y aquí es donde entra el papel del nous, a quien ya le dediqué un post especial con videoblog explicándolo.
Desde acá, la cosa se pone bastante confusa pues Parménides explica el origen del camino que según él no debería tener nombre pues no es, lo que los estudiosos llaman “el camino de la apariencia”. Todo comienza cuando Parménides afirma:

“Lo mismo es el inteligir aquello y aquello por lo cual el inteligir es.”

Sin embargo, hay un problema, y es la intervención del logos, es decir de “la palabra”. Este es un concepto griego igual de complejo al nous, al que quizá más adelante le dedicaremos un espacio, pero es que en este momento ya llevamos casi seiscientas palabras y este post se está poniendo muy largo, por ahora conformémonos con lo esencial, el logos es la razón o el razonamiento diferente del nous que es el pensamiento.
Al aparecer el logos con él llegan las palabras y los conceptos ambiguos, confusos, cosas que no son coherentes con el camino del ser y así continúa exponiendo:

"… Con esto termino para ti el logos fiable y el pensar en torno a la verdad. desde aquí los pareceres mortales aprende, escuchando el orden engañoso de mis palabras.
Acordaron dar forma a dos formas, para ambas una sola no es necesario, en lo que errados están.”

Resultó ser bastante tórrido este fragmento del poema ontológico, por esto definitivamente le dedicaré un post especial a profundizar el antagonismo que según Parménides existe entre el nous y el logos.
Si tienes alguna duda o impresión acerca de este post deja tu comentario.
¡SAPERE AUDE!

jueves, 4 de febrero de 2016

NIETZSCHE, EL CREPUSCULO DE LOS IDOLOS 1





A partir de hoy tendremos reseñas de libros de filosofía en el blog. Cada libro tendrá una serie de post en los que hablaré del contenido del libro y explicaré algunos de los conceptos que sean más relevantes o más complicados de entender.

Para empezar, escogí un libro de uno de los filósofos más importantes de la historia, que con su filosa retórica y pensamiento cargado de poder logró estremecer en su época a la filosofía alemana y mantenerse vigente hasta nuestros días.

Pueden descargar una copia para estudio en lectura sin egoismo

La obra de Friedrich Nietzsche es bastante compleja y aunque es posible acercarse a ella haciendo a un lado su biografía, sin embargo, me parece considerarla relevante muy a pesar de que la obra (filosófica, literaria, pictórica, etc.) una vez ha dejado el interior del creador pasa a ser autónoma en el mundo exterior, por lo que debe vivir, explicarse y justificarse a sí misma, finalmente la persona detrás de ella es quien con sus vivencias le da el impulso y la razón de ser.

La vida de Nietzsche había dado muchas vueltas. Para cuando escribió el crepúsculo de los ídolos según mi manera de comprender a este filosofo se hallaba en la fase final del desarrollo de su pensamiento y su afán era sintetizar y concretar su sistema filosófico, es decir, el tercer Nietzsche.

El primero fue el estudiante y profesor de filología, durante esa época escribió su primera obra maestra: el nacimiento de la tragedia. El segundo, después de la pelea con Wagner se dedica a preocupaciones tal vez más personales y sigue el camino de los estudios sociales enfocados en el comportamiento del individuo y la moral. Infortunadamente esta fertilidad intelectual de Nietzsche no fue bien recibida en las librerías, las ventas no fueron significativas y en este periodo ya no era profesor y habían quedado muchas deudas del tiempo que estuvo con Wagner en el teatro Bayreuth.

Así llegar el tercer Nietzsche, donde realizará muchos viajes por Europa. A mi forma de ver es una peregrinación similar a la de Van Gogh que iba siguiendo el clima y las estaciones, sin casa propia, sin un lugar donde establecerse. Un lugar para pasar el verano, un lugar para el otoño, uno más apropiado para el invierno, pero sobretodo un lugar para seguir creando.

Parece ser algo romántico, y tal vez en retrospectiva lo sea, pero es algo en realidad muy duro si lo consideramos con la suficiente empatía. Es seguir adelante con tus convicciones y la certeza de que el camino de la filosofía es ese, lejos de la academia, lejos de los simposios y grandes foros, lejos de las pomposas facultades de filosofía llenas de maestros y estudiantes pávlovianos que repiten interminablemente la misma perorata de pedanterías intelectualoídes; pero es que la filosofía es una profesión muy dura, sin margen en el mercado laboral, así que es permanecer firme y tratar de proyectar tu carrera mientras se aceptan trabajos esporádicos, mal remunerados, calificados y no calificados, caminar por la ciudad sin dinero en el bolsillo y detenerse en una feria ambulante para ojear las canastas de libros en busca de algún tesoro perdido; y regresar a tu lugar a escribir en tu laptop o tu cuadernos apuntes que quizá nunca verán la luz.

Así nace el crepúsculo de los ídolos, en ese ambiente que solo podía dar altura y vientos pesados para escribir con poder, con artillería pesada para abrir destruir los antiguos mitos, para derrumbar las viejas estructuras y darle paso al superhombre.

Este post estuvo más largo de lo que esperaba, pero quería dejarles algo especial que encontré hace varios años en youtube.  Pronto tendremos un nuevo post en el blog en el que abordaré una primera sección del libro.