En este post me separo un poco de los temas en que va el blog, pero me ha parecido importante expresarme en respuesta a Julian de Zubiría, quien es un prestante pensador Colombiano, particularmente en temas pedagógicos y por qué no, de filosofía de la educación.
El señor de Zubiría escribió una columna para la revista semana titulada "Lo que no se dijo de la nueva evaluacion docente" . Al respecto hago la siguiente replica:
Respetado señor de Zubiría
Aunque su reputación en el ámbito educativo lo precede, resulta a lo menos ingenua su columna en la revista titulada "lo que no se dijo de la nueva evaluación docente".
La
evaluación docente debe ser un instrumento para mejorar la calidad de
la educación afirma usted en la columna. Ese es un ideal noble, y tal
como usted lo sustenta se ha hecho exitosamente en otras partes del
mundo. ¿Pero ese es propósito de la evaluación en Colombia?
Preguntarle al Ministerio de Educación no es la manera de responder esta pregunta, pues evidentemente contestar afirmativamente; lo mismo sería preguntarle a FECODE. Entonces
para identificar cuál es el propósito de la evaluación docente en
Colombia el camino es hacer una lectura del panorama global de la
evaluación, y no la evaluación en sí misma.
Considerando
el contexto de la evaluación docente lo primero que salta a la vista es
que hay muchas evaluaciones. Hay evaluaciones directas y evaluaciones
indirectas.
Las
evaluaciones directas son dos: la primera se aplica anualmente en las
instituciones educativas, se llama "evaluación de desempeño" y la lleva a
cabo el rector por medio de un aplicativo virtual del Ministerio de
Educación Nacional el cuál esta disponible unos días; esta evaluación
arroja un puntaje que de ser menor a 80 (lo máximo es 100) el docente
debe hacer un plan de mejoramiento para el año siguiente y corre el
riesgo de ser destituido si no alcanza los objetivos de dicho plan. La
segunda es la "evaluación de competencias" de la cuál se trata su columna, la convoca el Ministerio de Educación y para participar el docente debe comprar un PIN por una módica suma.
Las evaluaciones indirectas son más.
Principalmente la prueba SABER en todas sus modalidades, SABER 3, SABER
5, SABER 9 y por supuesto SABER 11, que son pruebas estandarizadas que
arrojan resultados cuantitativos bastante interesantes y completos hasta
donde este tipo de evaluación permite medir; las pruebas para tercero,
quinto y noveno únicamente evaluación competencias de ciencias,
lenguaje, matemáticas y no siempre competencias ciudadanas y es de acá
de donde salen los resultados internacionales PISA; y la prueba de 11 es conocida por la opinión como "el icfes" y el año pasado cambio su estructura. En Bogotá se aplicará la prueba SER que también tiene un talante internacional, es convocada por UNESCO y evalúa ciudadanía y convivencia, educación artística, y actividad física y deporte.
Bien lo menciona usted, el Ministerio de Educación Nacional instauró
el Índice Sintético de la Calidad de Educación, que incluye entre sus
componentes los resultados de las pruebas saber y la mortalidad escolar
(cuantos estudiantes son promovidos al grado siguiente y cuando deben
reiniciar el año escolar) entre otros.
También hay estadísticas de éxito y fracaso que sirven como elemento de evaluación como lo es la cantidad de estudiantes que continúan
sus estudios después del bachillerato, cuantos de estos provienen del
sector privado, cuantos del sector público, cuantos de estos estudiantes
ingresan a alguna de las universidades públicas del país, etc.
Los
resultados de todos estos procesos evaluativos son responsabilidad de
los profesores, o por lo menos la opinión pública los responsabiliza.
Las
evaluaciones indirectas cada una tiene su propósito establecido, siendo
la medición del desempeño de los docentes algo secundario en ellas. ¿Y
el propósito de las evaluaciones directas cuál es? El de la evaluación
anual es algo incierto pues el Ministerio nunca la reglamentó
debidamente, y el de la evaluación de competencias es el ascenso en el
escalafón docente. ¿Por qué otra razón un profesional pondría de su
propio dinero un valor que es casi el equivalente al aumento salarial de ese año para presentarse a otra evaluación si no es la posibilidad de obtener un beneficio económico?
En este punto debo refrescar su memoria sobre las declaraciones de la Ministra Gina Parody
acerca de la situación fiscal del Ministerio frente a las demandas de
los docentes en temas de aumento salarial durante el pasado paro
docente. ¿Cree usted que el gobierno nacional cuenta con los recursos
financieros necesarios para dar vía libre a los ascensos de los docentes
indiscriminadamente y sostener fiscalmente esa situación? Sobretodo
hoy cuando el dólar supera los tres mil pesos, el precio del petróleo está por el piso y en general afrontamos un panorama económico complicado.
Con todo el respeto que su trayectoria en educación merece, usted desconoce el contexto tan complejo que hay alrededor del tema de la evaluación (y que en esta carta yo no abordé por completo pues hace falta ver lo que sucede en el sector privado), y peca de ingenuo al afirmar esa "promoción automática" en temas de escalafón.
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